pensando acerca de leer
La mente reflexiva mejora su pensamiento al pensar en él de modo reflexivo.
De manera análoga, mejora su lectura pensando acerca de cómo está
leyendo. Cambia entre lo cognitivo (pensamiento) y lo metacognitivo (pensar
acerca de pensar). Avanza un poco, después se regresa para verificar sus
propias operaciones. Verifica sus huellas. Hace fértil su suelo. Se eleva por
encima de sí misma y ejercita la vigilancia sobre sí misma.
Una de las capacidades más importantes que un pensador puede tener, es la de
monitorear y evaluar su propio pensamiento mientras procesa el pensamiento de
los demás. Al leer, la mente reflexiva, monitorea cómo está leyendo mientras
lee. La base para esta capacidad es el conocimiento de cómo funciona la mente
cuando lee bien. Por ejemplo, si yo sé que lo que estoy leyendo me es difícil
de entender, intencionalmente leo más despacio y parafraseo cada oración.
Coloco el significado de cada oración que leo, en mis
propias palabras.
Si percibo que no empatizo con el punto de vista del autor, suspendo el juicio
acerca del significado del texto hasta que yo haya verificado que verdaderamente
comprendo lo que el autor está diciendo. Me esfuerzo en no cometer un error muy
común que algunos lectores hacen al leer: “¡En realidad no entiendo lo que esto
significa, pero está mal, mal, mal!” En su lugar, trato de entender con certeza el
punto de vista del autor mientras leo. Intento entrar en ese punto de vista, estar
abierto lo más que me sea posible; y aún si no estoy totalmente de acuerdo
con el punto de vista del lector, me apropio de las ideas importantes siempre que
sea posible. Tomo a cargo las ideas que creo que valen la pena, en vez de descartar
todas las ideas simplemente porque no estoy completamente de acuerdo con
el punto de vista del autor.
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