martes, 12 de julio de 2011

pensando acerca de leer

La mente reflexiva mejora su pensamiento al pensar en él de modo reflexivo.

De manera análoga, mejora su lectura pensando acerca de cómo está

leyendo. Cambia entre lo cognitivo (pensamiento) y lo metacognitivo (pensar

acerca de pensar). Avanza un poco, después se regresa para verificar sus

propias operaciones. Verifica sus huellas. Hace fértil su suelo. Se eleva por

encima de sí misma y ejercita la vigilancia sobre sí misma.

Una de las capacidades más importantes que un pensador puede tener, es la de

monitorear y evaluar su propio pensamiento mientras procesa el pensamiento de

los demás. Al leer, la mente reflexiva, monitorea cómo está leyendo mientras

lee. La base para esta capacidad es el conocimiento de cómo funciona la mente

cuando lee bien. Por ejemplo, si yo sé que lo que estoy leyendo me es difícil

de entender, intencionalmente leo más despacio y parafraseo cada oración.

Coloco el significado de cada oración que leo, en mis

propias palabras.

Si percibo que no empatizo con el punto de vista del autor, suspendo el juicio

acerca del significado del texto hasta que yo haya verificado que verdaderamente

comprendo lo que el autor está diciendo. Me esfuerzo en no cometer un error muy

común que algunos lectores hacen al leer: “¡En realidad no entiendo lo que esto

significa, pero está mal, mal, mal!” En su lugar, trato de entender con certeza el

punto de vista del autor mientras leo. Intento entrar en ese punto de vista, estar

abierto lo más que me sea posible; y aún si no estoy totalmente de acuerdo

con el punto de vista del lector, me apropio de las ideas importantes siempre que

sea posible. Tomo a cargo las ideas que creo que valen la pena, en vez de descartar

todas las ideas simplemente porque no estoy completamente de acuerdo con

el punto de vista del autor.

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